Con esta secuencia de fotografías, he querido representar de
una forma gráfica las partes más representativas de uno de mis sueños.
Reconozco que pensé que sería algo sencillo el hacer las fotografías, pero
cuando me puse manos a la obra, me di cuenta de lo difícil que me iba a
resultas el mantener los personajes en su posición correcta, ya que estaban
atados con un hilo y se balanceaban para todos lados. Pero el colmo de la
dificultad vino cuando en la tercera fotografía, además de tener que alinear
bien a los muñecos, tuve que añadir una pompa de jabón en el sitio correcto y
en el momento exacto.
A pesar de las dificultades técnicas como climáticas, ya que
hacía bastante calor, reconozco que ver tu sueño en tres dimensiones, es
genial.
Mi sueño estaba ambientado en Tailandia, un día soleado en
el que íbamos montados en un longboard una especia de guía tailandés y yo,
ambos atravesando una carretera cuyos márgenes eran pura vegetación verde verde
verde. Posteriormente, la carretera terminaba en un pequeño pero profundo “pasillo”
de mar, ya que por la otra orilla seguía la carretera. Al caer en el agua, la
tabla dio dos vueltas en círculos saliendo y entrando del agua. El guía y yo,
quedamos flotando verticalmente uno frente a otro en el agua, muy profunda pero
con visibilidad. A nuestro alrededor había unos pececillos que el tailandés me
dijo que si hacia burbujas, estos se acercaban a ellas. Una vez fuera, yo tenía
agarrado con mi mano derecha por las branquias uno de esos peces, pero era
bastante más grande que los que había en el agua. El tailandés me dijo que le
pusiera una especie de manteca en la cabeza y esta se volvió dorada.
Así finaliza el sueño, he intentado ser lo más fielmente
posible en la representación. Espero que os guste.
Adrián Erriquez Gistau
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