Paula García Fernández



Tras varios días pensando qué hacer en mi vídeo, cuál de todas las experiencias o momentos de la clase de arte me gustaría más transmitir a mis compañeros, me he terminado decantando por dar las gracias a todas y cada una de las personas de mi vida.

Siempre he sido una persona bastante cerrada en cuanto a mis sentimientos, no me gustaba mostrarlos porque tenía metido en la cabeza que eso te hacía más débil. Que si los mostraba, la gente iba a poder acceder a mí más fácilmente y tendrían muchas más probabilidades de ser capaces de hacerme daño donde más me duele (esto tiene su historia, porque de pequeña se metían mucho conmigo, por lo que no quería que conociesen mis "puntos débiles"). 

Como he contado en este blog, en una entrada, para mí el año pasado fue complicado, y eso conllevó a que fuese al psicólogo. Una de las mejores decisiones de toda mi vida. Y una de las consecuencias más inmediatas fue empezar a decir lo que sentía, cuando lo sentía. Sin tener miedo, ni preocupaciones de lo que los demás vayan a decir o cómo vayan a reaccionar.

Ya está bien de dar por sentado que la gente de tu alrededor sabe que la quieres y que son importantes para ti por que eso es así. Hay que decirlo y mostrarlo, cada día, siempre que puedas. No somos conscientes de lo bien que le puede venir a la otra persona un simple gracias o un simple te quiero.

Y yo en mi vídeo he querido hacer eso. Dar las gracias a todas las personas de mi vida y recordarles que les quiero. Así, si algún día quieren escucharlo y yo no se lo digo, queda plasmado para siempre mi agradecimiento hacia todos ellos.

Gracias Pilar por ofrecernos esta oportunidad tan única y tan mágica. Gracias por mostrar una forma diferente y enriquecedora de educación. Gracias por abrirte con nosotros, haciendo que seamos capaces de abrirnos nosotros también. 

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