Pensé que volver a dramatizar un sueño no volvería a
provocar una reacción en mí, puesto que ya lo había hecho anteriormente. Pero me
equivocaba. No solo provocó una descarga eléctrica que recorrió mi espalda, si
no que produjo en todo mi cuerpo una sensación narcótica. La sensación en mi columna
y en mis piernas era la misma que justo después de un estado de máxima tensión,
cuando tu sistema nervioso deja de estar alerta pero no vuelve a su estado
normal, sino que está pesado y lento.
Es posible que la sensación se agravará en esta sesión, ya
que yo hacía de personaje onírico. Esto significa que representaba a la persona
en el sueño, gracias Raquel por confiar en mí para ser tú, y las energías giraban
en torno a lo que transmitía. La sincronía y coordinación entre los que estábamos
fue sorprendente, lo que vuelve a dejar claro que todo lo relacionado con los
sueños es algo muy especial. Solo puedo decir que fue algo que me dejó sin
palabras y eso no es muy común en mí.
Adrián Erriquez Gistau
Sí Adrián es muy potente y emocional dramatizar un sueño, normal quedarse sin palabras. Hay luego que incubar
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