miércoles, 15 de marzo de 2017

Mandalas de chocolate


El pasado lunes 13 de marzo, tuvimos una clase más dulce de lo normal. No tocó hacer mandalas con chocolate, todo un placer para una viciada del chocolate como yo.

Cuando era pequeña era un poco “culo inquieto”, como decía y me sigue diciendo mi abuela, al no parar de ir de un lado a otro. Al entrar en primaria, conocí a María, mi profesora de primero y segundo, la cual tengo un cariño y una admiración que me sigue perdurando a día de hoy. Ella fue la que aconsejó a mis padres que hiciera mandalas para intentar que de esa forma consiguiera relajarme a la vez que fomentara mi creatividad. La idea fue todo un éxito, conseguí canalizar ese nerviosismo a la par que me divertía.

El hecho de hacer esta actividad en clase y de juntar dos elementos que me gustan mucho, me han hecho transportarme a mi infancia, recordar los momentos vividos con esa profesora, las tardes enteras pintando mandalas de todos los tipos posibles, animales, figuras geométricas, flores, entre otros.  Y de qué mejor manera que con un sabor de boca muy muy dulce.

En esta ocasión, me he guiado con el patrón de la oblea, y he rellenado las letras que tenían que ver con iniciales de mis familiares. Y sin darme cuenta me ha salido las palabras AMA y MAR, gran casualidad, ya que soy una fan incondicional de ir a la playa siempre que puedo y estar horas tumbada en la arena oyendo las olas del mar.

Gracias Pilar por esta maravillosa actividad, que sin lugar a duda el día de mañana, cuando sea profesora, la utilizaré.

Alicia Reyes Mora

1 comentario:

  1. Poesía visual, cuanto me alegra Alicia que te trajera queridos recuerdos

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